Capítulo 01
Mujer
de porcelana
Parte
2
Justo ahí me encontraba, ese último momento en el que estiro su mano
para tomar la mía mientras yo miraba estupefacta y con mis ojos platos al
Hombre del Escenario, observando cada parte de su cuerpo, su traje bien
ajustado que lo hacían ver sexy, cada zona de su rostro sudado que en lo
personal lo hacía verse tan sensual y atractivo, podía sentir que se escondía
un hombre apasionado dentro de él, lo podía intuir…
Mientras tanto, las chicas tan eufóricas haciéndome señas de que
siguiera adelante, el público gritaban locamente, más fuerte a la par que subía
cada escalón de la tarima, por cada paso que daba para acercarme a él, cuando
al fin mi piel rozo con la suya al sentir nuestras manos juntas. Era un
caballero de esos que ya no existen, porque no había llegado a la cúspide y ya
me tenía tomada de la mano, y fue sutil cuando subía acorde me acercaba a él,
en esos segundos, esos pocos segundos que me quedaban para llegar a la cima del
escenario, pensaba nada más en cómo iba a reaccionar yo al quedar atrapada en
los brazos de ese hombre sensualmente delgado, cómo me iba a tomar yo esa
situación, pues en aquel entonces eso era hacer el ridículo.
Me sentía estúpida arriba entre toda esa gente mirándome cuando
llegué a la tarima, ya estaba junto a él, y la gente se enloqueció al verme que
yo ni hacía el más mínimo acercamiento para “Abrazarlo”. Tal vez porque mi
personalidad era esta: ¿Por qué tengo que abrazarlo yo? ¡No! Ni iba a ser yo
quien daría ese paso, tenía que hacerlo él, es hombre y para comprobar que realmente
era un caballero, esperé por él.
Se me había olvidado que él estaba cantando para mí en ese instante
que me tenía de frente, pues miraba a todos lados, menos a ese chico.
-“Ya estoy loca por bajar, mierda”-Me decía en mis adentros, me
sentía ridícula y “avergonzada” en ese escenario junto al cantante y bailarín.
Pero todo acabó, cuando mis ojos jades volvieron a posarse en su
figura brillante con trajes espectaculares, venía hacía mí, y venía y venía…
cada vez más cerca y sensual, ahí andaba yo petrificada sin poder moverme. ¿Qué
rayos tenía este hombre que paralizaba todo mi cuerpo con sólo mirarle?
Nuestras miradas se cruzaron de repente, y vi mil galaxias a través de esos
ojos irresistiblemente marrones… esos ojos marrones, tan marrones, que si
fueran chocolate no perdonaría ni los residuos que quedaran en mis dedos.
Sí, descubrí el misterioso color de sus ojos, eran marrones, pero no
marrones cualquiera, no señores… era un marrón dulce, brillante, inocente,
puro, pero sobre todo, mágico. Su mirada
me llevo a ver a través de ellos un paraíso limpio de todo mal. Era algo
indescriptible, era como si él fuera un… un… ¿ángel? ¡Sí! Era un ángel,
pues su sonrisa misma lo decía. Este hombre tuvo el poder de ablandarme el
corazón y limpiar por un instante la pudrición que tenía en el alma, olvidar
que tenía un pasado oscuro y lúgubre. Él tenía el poder de llevarme a donde
quisiera sin yo tener que pedírselo, es como si yo estuviera en sus manos en
ese momento.
So
I've Learned That Love's Not Possession
And I've Learned That Love Won't Wait
And I've Learned That Love Won't Wait
Me atreví a tocar su rostro sudoroso y cansado, a la vez inquirí en
sus ojos en los cuales vi tristeza en su corazón a través de ellos, que de esa
tristeza enorme que le pesaba, era de donde probablemente nacía el amor.
Now
I've Learned That Love Needs Expression
But I Learned Too Late
But I Learned Too Late
De momento detuvo la estrofa de She’s out my life y quedé en shock cuando sostuvo mi cintura y aferró mi cuerpo
al suyo, fundiéndome en sus brazos. Me quedé atrapada en la magia de su
cuerpo junto al mío, sintiendo en sudor de su rostro secándose con mi cuello,
sus labios suaves acariciándolo me hacía estremecer ¿Qué sucedía por Dios? ¿Qué
me estaba pasando con él cuando ni
siquiera sé ni cuando nació?
No había respuesta a preguntas lógicas y directas. Sólo sabía que en
sus brazos, perdía la noción del tiempo, la conciencia de que había millones de
personas mirándonos así juntos entre un abrazo dulce, una dulzura que sólo
provenía de él, ese calor extraño que me hacía desearlo sin lujuria, ese abrazo
que hizo desaparecer esos malos deseos carnales que sentía por él. Todo lo malo
lo espantó con su sola presencia aferrada a mi cuerpo, aunque… era algo más.
Era refugio.
Era un hogar.
Era apoyo.
Era cariño.
Era bueno.
Era bonito.
Era Mágico.
Era… Amor.
Todo lo que no tuve en el transcurso de 5 años por parte de mil
hombres. Todo lo que no tuve en esos años, me lo estaba dando en unos segundos
ese hombre de ojos marrones, elegante de cabellos largos y caballero de bondad
inmedible.
Así que yo también lo tomé en mis brazos y oculté su pecho,
llorando, llorando casi en crisis pues en él sentía que encontraba la paz en mi
interior, solamente a su lado. Me aferré con más fuerza a él, sentía que si nos
volvíamos a separar, sería el fin de todo, sería
-¿Por qué lloras? –Esa voz me despertó todos los sentidos, su voz
particular, su voz… una voz que podría jurar que me llevó hasta el cielo.- Hace
momento me odiabas. –Bufó en tono gracioso, enseguida se me salieron unas
carcajadas.-
Entonces levanté mi mirada hacía la de él, sonriéndome, esa sonrisa
que me decía “todo está bien”, perdiéndome nuevamente en esa belleza de ojos
marrones que poseía, belleza en todo el sentido de la palabra, en cada
deletreo.
Sonreí entonces, con lágrimas en mis ojos aún. Pero de repente él se
quedó mirándome fijamente a los ojos, era como si mis ojos fueran una trampa
adictiva, no lo diría porque son verdes jade.
-¡Tienes unos ojos maravillosos!-Me dijo en a viva voz pues el
sonido no me permitía escucharlo bien, mientras posaba sus manos en mis
mejillas, secando con sus dedos enormes mis lágrimas.-
-¡Yo no te odio!-Le respondí a unos centímetros de sus labios.-
Entonces se quedó aguardando en mí mirar, aguardando lo que fuera a
salir de mi boca a continuación.
Mientras yo posaba entonces mis labios en el ovulo de su oído.
-Yo… quiero darte las gracias.-
Musité con un tono alto por la razón del sonido, volviendo a encararle
dejándome capturar por sus chocolates marrones, y en un arranque de locura tomé
sus mejillas sudadas con mis manos… robándole un beso imprevisto de sus labios.
En esos pocos segundos fui aferrando mis labios cada vez más a los de él, lo
más que pudiera, pues sentía esa necesidad de besarlo. Besarlo hasta que mis
labios se desgataran, hasta que mi alma se quedará ahí plantada junto a él,
hasta que mi corazón dejará de latir en esos pocos segundos que me
quedaban.
¿Besarlo porqué?
¿Besarlo para qué?
Mi mente se preguntaba eso.
Pero mi corazón tenía las respuestas. Respuestas que en ese momento
no quería digerirlas. ¡Ja! Estaba muy ocupada besando a Michael Jackson.
El público se volvió eufórico al ver semejante escena, gritaron,
gritaron, gritaron y recontra gritaron hasta perder los pulmones, más que todo,
las chicas que podría imaginar cuantas me mentaron la madre o me maldijeron,
llamándome de perra en adelante.
Poco a poco fui separando mis labios de los de él. Lo noté
completamente asombrado al verle de nuevo, perdido en ese momento que había
terminado, mirándome fijamente a los ojos sin parpadear, dejando caer el
micrófono de su mano derecha, por primera vez en la vida, ese aparato dejó de
ser una extremidad más de su cuerpo.
Cuando intenté tomar distancia, me sostuvo fuertemente de las manos.
Como si no quisiera que me fuera de ahí, como si fuera yo su otra mitad, su
pieza faltante, la cura a su tristeza, pues yo también pude sentir que él
encontró el refugio en mis brazos y mi cuerpo. Era increíble, entonces
estábamos conectados el uno al otro.
Él me necesitaba, y yo lo necesitaba, era como si ese momento hubiera sido
clave para saber que si había algo
que me faltaba en la vida. Obviamente si me faltaba algo en la vida, pero, eso…
estaba dentro de él, esa es la cuestión, esa era la respuesta.
Ya era la hora, los segundos ahora le pertenecían a él cuando el señor
de la seguridad me hizo la seña para bajar inmediatamente del escenario.
Algo que me empezaba a doler desde lo más profundo, era como una
estaca al corazón, una puñalada al estomago pues era consciente ya de que sería
la única vez que volveríamos a estar cerca.
Nos miramos… por última vez en el último segundo de mi vida. Pues
sentía que la misma se me estaba acabando ahí frente a él, de a poco fui
tomando distancia nuevamente, dispuesta a irme, el tiempo se había terminado
para mí…
No, en realidad, había terminado para los dos.
-Te quiero mucho.- Le dije sin pensar, sin esperarlo, sin
analizarlo. Sólo lo sentí y lo dije.
Nuestras manos fueron separándose poco a poco, se fueron
desentrelazando a cada paso que daba de retroceso, sin dejar de observarlo, sin
dejar de mirarlo para grabarme su imagen para recordarlo por siempre.
Pues jamás lo volvería a ver.
Entonces, la distancia nos separó otra vez, aunque nada de lo que
era antes de perderme en sus labios volvió a mí ser cuando bajé de la tarima
con la ayuda del señor de seguridad.
Las muchachas sólo me llamaban apuradas pues quería saber “cada
detalle del hecho” no que va. Eso es personal.
Y miré otra vez a la tarima… ahí estaba, perdido en ese momento que
ya había terminado, ese silencio que me carcomía por dentro me estaba
destruyendo, no soportaba verlo en ese plan.
Me di cuenta en ese entonces, que su corazón no era tan fuerte y de
acero como el mío, era sensible, fresco y débil de alguna forma, y por primera
vez en mi vida, la conciencia me pesaba porque sentí que le había lastimado con
aquel beso que nos conectó en pocos segundos.
Hasta que lo vi agacharse, tomando en sus manos el micrófono que
volvió a convertirse en una extremidad más de su cuerpo. Mientras perdía la
mitad del mismo.
Y yo volvía a donde me correspondía.
Mientras tanto él, volvía también a donde pertenecía:
She's
Out Of My Life
She's Out Of My Life
Damned Indecision And Cursed Pride
Kept My Love For Her Locked Deep Inside
She's Out Of My Life
Damned Indecision And Cursed Pride
Kept My Love For Her Locked Deep Inside
Volví a mirarle una vez más…
Su voz la sentía más viva después de aquel hecho
ocurrido arriba en el escenario entre nosotros, entonaba She’s out Of My Life
con más sentimiento y vigor antes de estar con él.
And
It Cuts Like A Knife…
She's Out…
Of My…
Nuevamente el su silencio se apoderó de todos en el lugar, convirtiéndose
en la locura de los fans que gritaban por él, lloraban por él, se volvían
dementes por él.
Michael tenía ese gran don de dejar al público sin aliento, pero ese
silencio decía algo más.
Lo notaba débil, se estaba derrumbando, quería caer ante todos y ante todo.
No podía distinguir sus lágrimas ya que la humedad del sudor no me lo permitía, pero si lloraba, si estaba llorando, y todos
los que estaban detrás de mí no se daban cuenta, creían que era un simple
teatro para sorprenderlos como siempre en cada concierto. No… había algo en esa
canción que lo lastimaba, que lo debilitaba, que lo volvía volátil. Entonces
descubrí que realmente lloraba porque bajó la cabeza, ocultando sus ojos con su
mano izquierda, iba cayendo poco a poco.
Ya no soportaba verlo así.
Justo cuando estaba a punto de subir las escaleras para regresar con él,
volvió a levantarse. Y una vez más, dedicó toda su atención a mi merced…
Life…
Sentí un bajón en mi pecho al escuchar un sutil sollozo en la última
estrofa, de hecho se me habían salido las lágrimas sin darme cuenta, pues me
miró de una manera intensa, tierna, con amor.
Y el espectáculo terminó ahí mientras tanto.
***
En
este momento, Natalia ha sentido algo más fuerte que al parecer, no cupo en su
pecho, una situación de la que no pudo escapar, ella sin darse cuenta estaba
expuesta, desnuda por completo ante los ojos de Michael cuando estaba frente a
él en ese escenario.
Natalia
encontró en Michael el refugio que en ninguna cama pudo conseguir, ni siquiera
en brazos de sus amigas, tal vez la necesidad de ser amada es tanta que se le
escapó ese beso especial para él.
Mientras
tanto, ¿Sabrá Michael que se esconde detrás de esa Mujer de vestido negro con
cabellos lisos?
¿Será
este un nuevo comienzo, una nueva historia para Natalia?
Pronto
lo sabremos mis pequeñas.
La
espera valdrá la pena, porque la inspiración es la llave para que nazcan los
besos, las palabras de amor, la poesía.
Les
dejó este capítulo con todo mi amor.
Recuerden
comentar a pie de cada capítulo.
¿Estarán
aquí presentes en el blog?
Las
esperaré fervientemente.
Espero
volvernos a ver pronto.
Con
mucho amor para ustedes mis niñas:
Kavanagh
Karina.~